El proyecto libro Las páginas de Retratos de viaje se fueron llenando con desconocidos que detenían su recorrido en Antofagasta y me contaban sus historias Por más sofisticada que parezca la imagen impresa y el producto final de este libro, no deja de ser el resultado de un proceso cotidiano que nació entre mochilas y sacos de dormir.Este libro de fotografía trata sobre la vida, sobre personas que están viajando y que, por causas indeterminadas, conocí durante algunos días. Literalmente todos los personajes aquí retratados fueron extraños en algún momento, tipos comunes, tan interesantes o aburridos como cualquiera de nosotros. Aunque tengan un perfil en internet con algunas fotografías personales, el detalle de sus intereses y la opinión de otros viajeros sobre ellos, nunca es suficiente información para dimensionar si hospedar desconocidos en casa será o no una buena idea. Pero de cierto modo, esa era la premisa de esta experiencia, el querer conocer a alguien de quien ignoraba casi todo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, después de unas horas de vernos por primera vez, nos encontrábamos charlando animadamente como viejos amigos y despidiéndonos con un abrazo cuando continuaban su viaje.Con muchos aún mantengo contacto. Otros se transformaron sólo en un nombre, incluso sin fotografías juntos de por medio. Así es la ley de la vida, porque no siempre todo es perfecto. Tal vez lo verdaderamente importante sólo fue la cerveza que compartimos durante la noche o aquella caminata donde nos contamos la vida. Nadie lo sabe. Editar este libro me exigió volver al pasado, a escarbar entre muchas emociones vividas e información recopilada. Retratos de viaje se fue construyendo espontáneamente. Sus páginas se fueron llenando en la medida que aquellos desconocidos detenían su recorrido en Antofagasta y me contaban sus historias. El desierto de Atacama se transformó en la escenografía natural de un viaje que partió desde diferentes lugares del mundo y que tuvo en esta ciudad, una escala en común.